Las diosas olímpicas, las diosas griegas más poderosas

De los doce Dioses Olímpicos, las deidades más importantes de la mitología griega, seis eran mujeres: Atenea, Artemisa, Hestia, Afrodita, Hera y Deméter.

Los Doce Olímpicos

Los Doce Olímpicos eran las doce diosas y dioses griegos de mayor importancia en la mitología grecorromana. Según las creencias de los griegos, y los romanos, estos dioses estaban entre los más poderosos y se denominaban Olímpicos debido al hecho de que estos se reunían en el Monte Olimpo, considerada como la montaña más alta de Grecia, para discutir sus asuntos.

Estos dioses y diosas fueron las figuras de culto más importantes tanto en la mitología griega como en la mitología romana. Incluso en épocas posteriores continuaron influenciando de manera clave el arte y la literatura. Conocer sus historias y características nos otorga una mayor riqueza cultural, y nos ayuda a comprender en mayor profundidad infinidad de obras artísticas y literarias del legado cultural de Occidente.

Equivalencias entre los dioses griegos y los romanos

Los romanos adoptaron prácticamente todo el panteón de dioses griegos, sobre todo veneraron intensamente a las Diosas y Dioses Olímpicos. No obstante, si bien respetaron en gran medida el grueso del canon de la mitología helénica, un detalle en particular que debemos remarcar es que los romanos renombraron a todos los dioses griegos y les dieron nombres más afines a la lengua latina. No obstante, las historias, orígenes y creencias sobre los mismos permanecieron relativamente iguales.

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Las diosas

Nota: el siguiente artículo es sobre las diosas olímpicas, para ver el artículo sobre los dioses olímpicos siga el siguiente enlace.

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Atenea

Atenea o Atena, conocida como Minerva por los romanos, era la más sabia de todos los dioses del panteón. Diosa de la sabiduría, la estrategia y la guerra justa, Atenea fue una de las deidades más veneradas por todos los griegos y los romanos, siendo venerada con igual intensidad tanto en las tierras griegas como en las colonias.

Además de lo anteriormente mencionado, Atenea era la diosa de las matemáticas, la fuerza, la estrategia, la habilidad artística, el coraje y la valentía, la inspiración, la ley y la justicia. Debido a la admiración que los griegos y los romanos tenían por esta diosa, con el paso de los siglos le fueron adicionando responsabilidades, por dicha razón esta diosa preside sobre tantas cosas.

Atenea tuvo un nacimiento muy curioso y particular. Tras experimentar un fuerte y agobiante dolor de cabeza, Zeus, su padre, sintió como su frente se abría desde dentro. De esta abertura salió Atenea, ya como una mujer adulta y vistiendo su armadura.

Detalle de una estatua de Atenea en bronce.
Estatua de Atenea en bronce.

Si bien en los mitos principales Atenea no tenía madre, en mitos menores se dice que Zeus, tras relacionarse sentimentalmente con la diosa de la sabiduría Metis, temió dejarla embarazada y que esta de a luz un hijo más poderoso que mismo dios del trueno, razón por la cual la devoró y esta, con el paso del tiempo, dio a luz dentro del cuerpo de Zeus.

Esta diosa estuvo involucrada en varios conflictos, incluidos el mito del titan Prometo y la llama de la sabiduría, la Guerra de Troya, y varios otros episodios de la mitología grecorromana. Atenea contaba con el égida, un escudo imbatible, una lanza, armadura y un amuleto denominado gorgoneion que inducía el terror en los enemigos.

La armadura, el casco, el escudo y otros objetos que la diosa comúnmente utilizaba como el gorgoneion pertenecían a Zeus. No obstante, Atenea era su hija favorita de entre todos sus hijos, razón por la cual el rey de los dioses no solo le prestaba sus pertinencias sino que además solía darle castigos menos rigurosos en comparación a los que daba a otros dioses y figuras cuando estos desobedecían sus ordenes. Un ejemplo de esto tuvo lugar en el mito de Prometeo.

Atenea es uno de los principales ejemplos de deidades cívicas, es decir deidades de ciudades. Siendo la patrona y protectora de quizás la más importante de todas las polis griegas: Atenas. Con el pasar de los milenios la misma se convirtió en símbolo de la democracia y la república, razón por la cual inspiró a varias de las personificaciones femeninas de las naciones, como es el caso de Marianne, la representación de la República Francesa, inspirada directamente en Atenea.

Atenea fue una de las tres vírgenes.

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Artemisa

Fotografía de un fragmento de una estatua de Artemisa.
Fragmento de una copia de una estatua de Artemisa del siglo IV a.C. hecha en mármol de Luni.

Artemisa o Ártemis, Diana para los romanos, era la diosa de la cacería y los animales salvajes, los nacimientos, la virginidad, la fertilidad los bosques y las colinas. Esta diosa fue una de las deidades más queridas y veneradas tanto por los griegos como por los romanos debido a su carácter de protectora de los niños y de las mujeres embarazadas. Razón por la cual era una de las diosas a las que más ofrendas se le realizaban.

Esta querida y temperamental diosa, la cual castigaba con su arco y flecha cualquier ofensa, era la hija de Zeus y la titán Leto, y la hermana melliza de Apolo. Su característica más particular es que se rehusó durante mucho tiempo a enamorarse, viviendo solo para la caza. Si bien varios dioses intentaron ganar su corazón, la diosa siempre rechazó todos los intentos de conquista. Pero el amor llamaría a las puertas de Artemisa cuando esta, sin buscarlo ni quererlo, se terminó enamorando de su compañero de cacería, Orión. No obstante, en un acto cruel del destino, nunca llegaron a concretar su romance ya que Artemisa mata accidentalmente a Orión durante una de sus cacerías al confundirlo con una bestia entre los arbustos.

Artemisa fue una de las tres vírgenes.

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Hestia

Hestia, o Vesta para los romanos, era la diosa de la arquitectura, el fuego sagrado, el hogar, lo doméstico, el estado y la familia. Esta diosa, si bien fue importante para los griegos, fue de extrema importancia para los romanos, quienes tenían un conjunto de sacerdotisas denominadas como las Vírgenes Vestales, las cuales debían rendirle culto y mantener la llama sagrada de la ciudad de Roma.

La diosa Hestia era la hija de Cronos y Rea, y a pesar de los reiterados intentos de Apolo y Poseidón por ganar su corazón, la misma permaneció virgen debido a una promesa de pureza hecha a Zeus.

Varios hogares por toda Grecia mantenían una pequeña llama en su honor, y generalmente se le ofrecía la primer ofrenda. La mayor de las curiosidades sobre esta diosa es que si bien en Grecia no poseía un culto o templo propio, al ser tan querida se la veneraba en todos los templos, incluso los templos dedicados a otros dioses. Si bien no poseía templos propios, todas las ciudades mantenían celosamente un fuego en honor a la diosa.

Debido a que era la diosa de la familia, cuando nacía un nuevo integrante de la familia o un niño era adoptado, se lo presentaba ante la llama de Hestia para que esta lo bendiga y proteja.

Fotografía de la estatua de la diosa Vesta.
Estatua de la diosa Hestia.

Hestia fue una de las tres vírgenes.

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Afrodita

Afrodita
Adorno en cerámica del siglo IV AC con la forma de la diosa Afrodita emergiendo de una concha marina.

La diosa Afrodita, llamada Venus por los romanos, era la diosa de la belleza, el amor, y la sexualidad, así como a su vez la más bella de todas las diosas. Según la Teogonía de Hesíodo esta bella diosa nació tras la cruenta batalla entre el titán Cronos y su padre Urano. Cronos, en un acto de furia, rebanó los genitales de su padre y los arrojó al Pafos. Al hundirse en las aguas una espuma comenzó a surgir y de esta espuma salió la bella diosa, por esta razón se la solía llamar como la diosa «surgida de las aguas». No obstante, en La Ilíada de Homero, se mencionan a Zeus y Dione como sus padres.

Para evitar un conflicto entre los dioses, y temiendo que la belleza de la diosa cause una guerra celestial, Zeus obligó a la diosa a contraer matrimonio con Hefesto, un dios feo y deforme, pensando que esto calmaría los celos de los demás dioses quienes veían en la unión entre Afrodita y Hefesto un equilibrio. No obstante, la hermosa diosa Afrodita no era feliz con el talentoso pero a la vez estéticamente horrible Hefesto, y por esta razón lo engañó en reiteradas ocasiones tanto con mortales como con otros dioses. Principalmente con el belicoso dios Ares, Marte para los romanos, el dios de la guerra de imponente físico y carácter.

Debido a su belleza y su carácter receloso, la diosa causó varios conflictos en la mitología griega, entre los que se encuentran la pelea entre Perséfone y su padre Zeus, la Guerra de Troya y varios otros conflictos.

Hera

Hera, conocida como Juno por los romanos, era la reina de los Dioses Olímpicos. Esposa, y a la vez hermana, de Zeus, era la diosa del matrimonio y el nacimiento. Se caracterizó por sus venganzas hacia las amantes e hijos ilegítimos de su esposo. Sobre todo su odio hacia Heracles (Hércules) el más famoso de los hijos ilegítimos de Zeus.

Busto de la diosa Hera.
Busto romano de la diosa Hera (Juno para los romanos) basado en un busto griego del siglo V.

De todas las deidades era una de las más impiadosas con los mortales, como demostraron sus acciones contra Paris en los albores de la Guerra de Troya. Debido a que era la diosa reina generalmente poseía una corona denomina polos. No obstante, esta poderosa diosa no se convirtió en reina por su relación matrimonial con con Zeus, el más poderoso y rey de todos los dioses. Hera ya era una reina antes de su casamiento, la reina del Monte Olimpio, y su dominio eran los cielos.

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Deméter

Deméter o Demetra era la diosa de la cosecha la cual presidía sobre el grano y la fertilidad de la tierra arable. También era la diosa que controlaba el ciclo de la vida y la muerte y la ley sagrada. Ciertamente una de las diosas más importantes en la vida grecorromana. Los romanos la denominaban como Ceres.

Hija de Crono y Rea, esta diosa era una de los seis hermanos y hermanas de Zeus. Entre sus regalos a los mortales fue enseñarle al hombre el arte y el maíz, por lo que generalmente en las estatuas se la representa con una corona de maíces.

Junto con su hija Perséfone, Deméter era la figura central en los Misterios eleusinos. Unos ritos de iniciación al culto de la diosa Deméter que se celebraba cerca de Atenas en la ciudad agrícola de Eleusis. Los Misterios eleusinos eran uno de los ritos más importantes en toda Grecia. Los romanos también celebraban estos ritos, y seguían a rajatabla el secreto de los mismos.

Uno de los detalles más poéticos y característicos de esta diosa fue el hecho de que su amada hija, Perséfone fue secuestrada por el señor del inframundo Hades, otro dios Olímpico. Deméter comenzó una búsqueda incansable de su hija caracterizada por su dolor. La diosa abandonó su tarea, y las temporadas quedaron congeladas. Nada crecía ni nada moría en el mundo de los mortales, por lo que Zeus en persona envió a Hermes, su mensajero personal, al inframundo a darle una advertencia final a Hades.

Deméter es junto a Dionisio una de las dos deidades más importantes de la tierra, el alimento y el cultivo. Razón por la cual se adoraba a ambos intensamente en las comunidades rurales.

Estatua de la diosa Deméter.
Estatua de la diosa de la cosecha Deméter o Ceres para los romanos.

Dolido, Hades le dio una fruta de granada a Perséfone quien la aceptó y la comió. No obstante, las semillas de la granada tenían un encanto, que hicieron que Perséfone deba pasar al menos un tercio del año con el dios del inframundo. Durante este tercio del año el dolor de Deméter hace que las plantas no crezcan y la muerte abunde (es decir, representan al invierno)


Otras diosas de importancia