Las formaciones de batalla de los romanos, acies

Los romanos debían sus triunfos militares en gran parte a su disciplina y formaciones de batalla: acies, la formación de batalla romana.

Introducción

Los ejércitos romanos organizaban la formación de los legionarios dependiendo si los mismos se encontraban en marcha (agmen) o en batalla (acies). Esto le permitía a los comandantes contar con un nivel de organización poco visto en el mundo antiguo, ya que ambos métodos podían combinarse para ya sea defender un ejército en marcha que estaba siendo atacado o un ejército en combate que debía realizar una retirada táctica.

Este artículo trata sobre la formación en batalla (acies). Para leer sobre las costumbres de los romanos durante la marcha (agmen), su logística, trenes de suministros, diríjase al siguiente artículo: La marcha de los ejércitos romanos, el agmen.

Acies, la formación en batalla

Acies era cómo los romanos denominaban a las líneas horizontales de hombres subdivididas en divisiones tácticas y posicionadas en el campo de batalla listas para enfrentar al enemigo (dependiendo del tiempo cronológico del que estemos hablando estas divisiones tácticas podían ser manípulos o cohortes). Así mismo, esta formación era a veces también empleada como sinónimo del ejército preparado para la batalla, a diferencia de agmen que era el ejército preparado para la marcha.

Sus locuciones eran:

  • Aciem instruere: formar las tropas en orden de batalla.
  • In aciem exire: salir al combate.
  • Aciem loco movere: hacer retroceder al ejército.
  • Acies integra: tropas frescas y descansadas, que todavía no han entrado en combate.
  • In aversam aciem incurrere: coger de revés al ejército enemigo.

Triplex acies

La triplex acies (o acies triplex) era una disposición de las tropas en el campo de batalla organizadas en tres líneas horizontales enfrentando al enemigo: prima acies, secunda acies y tertia acies. Cada una de esas tres líneas estaba a su vez subdivida en manípulos puestos al tresbolillo (y posteriormente en el tiempo subdivididas en cohortes, ver más adelante). Este tipo de formación de batalla en tres líneas tuvo su origen durante la República romana, desarrollándose entre medio de las reformas de Camilo, las cuales tuvieron lugar tras la fuerte humillación que Roma sufrió a manos del rey Breno en el año 390 a. C., y las reformas que tuvieron lugar durante las guerras Samnitas (343 a. C. a 290 a. C.).

Las reformas de Camilo dieron origen a un tipo de legión que hoy solemos denominar como la legión Camiliana. No obstante, y si bien estas legiones Camilianas fueron las que comenzaron a abandonar gradualmente el estilo de formación más tosco y compacto de las falanges que en tiempos remotos los romanos habían adoptado de los etruscos, la formación triplex acies y los manípulos en sí son finalmente adoptados e implementados en batalla durante las reformas de las Guerras samnitas. Hoy en día denominamos a las legiones resultantes de estas reformas como legiones Polibianas (ya que es a través del historiador griego Polibio de quien mayor información al respecto hemos obtenido).

Las legiones Polibianas también suelen denominarse como el sistema manipular, ya que el manípulo era durante este período (300 a. C. – 107 a. C.) la división táctica principal utilizada por los romanos para organizar a sus líneas durante las batallas. En la siguiente imagen podemos apreciar las tres líneas principales y cómo estaban subdivididas en manípulos (estando a su vez cada manípulo compuesto por dos centurias).

Formación de batalla de una legión polibiana.
Formación triplex acies. Estructura de una legión romana de mediados de la República romana, el denominado «sistema de Polibio».

Es muy difícil separar a las legiones Camilianas de las Polibianas, ya que muchos cambios realizados durante las reformas de Camilo fueron posteriormente fundamentales al funcionamiento de las legiones Polibianas. Para mayor información sobre los ejércitos tempranos de la República romana puede consultar el artículo: Los ejércitos de la República romana temprana.

Ordo y clases

Durante el período anteriormente mencionado los romanos organizaban a sus ejércitos en ordines. En un contexto puramente militar tanto acies como ordines se refieren a las líneas de batalla. No obstante, mientras acies simplemente hace referencia a la línea en sí, ordo también hace referencia a la clase (tipo de soldado) de la línea (por ejemplo la locución ordines servare significaba que cada soldado debía guardar su puesto particular en la formación). Las clases fueron originalmente introducidas en los tiempos remotos de Roma, más precisamente en las reformas de Servio Tulio cuando Roma todavía era un reino. Sin embargo, durante las reformas de Camilo estas clases son modificadas dando así origen a los hastati, principes y triarii. Finalmente, con las reformas de las guerras Samnitas se mejoran a estos tres tipos de soldados romanos.

  • Hastati: soldados que en un primer momento portaban una lanza (denominada hasta) y que luego con el paso del tiempo pasaron a portar una espada. En un principio eran los hombres pobres, y se ubicaban en la primera línea (primera clase) de batalla. Tras las reformas de las Guerras samnitas pasaron a estar conformados por los hombres menos experimentados.
  • Principes: combatientes con espada de la segunda línea (segunda clase). Utilizaban por lo general una cota de malla (Lorica Hamata a partir del siglo III a. C.) y un buen escudo.
  • Triarii: combatientes con lanza, una cota de malla y escudo pesado de la tercera línea (tercera clase). En un principio los triarii eran los hombres más ricos para luego pasar a ser los hombres más experimentados.
Ilustración de los soldados de la república romana.
Hastatus (p. hastati), veles (p. velites), triarius (p. triarii), y princeps (p. principes).

Organización en cohortes

Con las reformas militares de Mario comenzando a partir del año 107 a. C. el sistema de clases anteriormente mencionado y los manípulos son abandonados. Reemplazándose de esta manera a los hastati, principes y triarii por soldados profesionales denominados Miles Gregarius, los cuales estaban equipados y armados por el Estado romano y percibían una paga (estipendio) por su servicio. Con el abandono del sistema de manípulos las legiones se reorganizan en cohortes. Si bien las clases son abandonadas y todos los legionarios de la legión pasan a ser del mismo tipo y además se reemplaza a los manípulos por las cohortes, los romanos continuaron posicionándose en acies y utilizando la formación triplex acies en batalla.

Nota: si bien las cohortes reemplazaban a los manípulos organizacionalmente, debido a la costumbre y familiaridad con esta antigua división táctica, muchos comandantes romanos solían manejar a sus cohortes como si se trataran de una agrupación de tres manípulos.

La formación triplex acies continuó utilizándose durante toda la existencia de la República romana. De hecho, fue de Julio César, en su obra Comentarios sobre la Guerra de las Galias, de quien hemos obtenido que los romanos se referían a esta estructura de combate como triplex acies.

Práctica de las formaciones

El historiador romano del siglo IV d. C. Flavio Vegecio en su trabajo Instituciones militares, libro en el cual habla sobre la cultura marcial de los romanos antiguos (es decir de la República), hace mención sobre cómo se practicaban regularmente las formaciones de batalla y su importancia:

Ninguna parte de la instrucción es más esencial en combate que los soldados mantengan sus filas con la mayor exactitud, sin abrirlas o cerrarlas demasiado. Las tropas demasiado cerradas nunca luchan como debieran, y sólo se molestan unas a otras. Si su orden es demasiado abierto y laxo, le dan al enemigo la oportunidad de penetrar. Siempre que ocurre esto y son atacados por la retaguardia, son inevitables la confusión y el desorden general. Los reclutas, así pues, deben estar constantemente en el terreno, formados según su rol y dispuestos en una sólo línea. Deben aprender a formar en línea recta y mantener la misma distancia entre hombre y hombre. Se les ordenará luego en doble fila, lo que ejecutarán rápidamente, cubriendo instantáneamente a sus guías de fila. A continuación doblarán otra vez y formarán en profundidad de a cuatro. Y después el triángulo o, como se le llama normalmente, la cuña, una formación muy útil en combate. Debe enseñárseles a formar el círculo u orbe; para tropas bien disciplinadas, tras haber sido rotas por el enemigo, haberse colocado en esta posición ha evitado la completa ruptura del ejército. Estas maniobras, practicadas a menudo en el terreno de ejercicios, se ejecutarán con facilidad en el servicio actual.

Instituciones militares: libro I, p. XXVI