Las sandalias romanas, de las caligae a las soleae

Las sandalias romanas: de las caligae utilizadas por los legionarios de Roma hasta las soleae, las sandalias de los civiles y los trabajadores.

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El calzado romano

La sociedad romana poseía distintas variedades de calzado, tan diversas como la cultura romana en sí misma. Estas prendas iban del calcei (de la cual obtenemos la palabra calzado) a las soleae (sandalias), y los coturnos (similares a las botas). De todos estos tipos de calzado las más importantes eran las sandalias, las cuales se dividían en dos tipos: las caligae, es decir las sandalias militares, y las soleae, las sandalias utilizadas por civiles. En este artículo trataremos en profundidad las sandalias romanas, si deseas leer sobre el calzado romano en general, incluido todos los tipos de calzado mencionados anteriormente, puedes dirigirte al siguiente artículo: el calzado de los romanos.

Las sandalias romanas

Las sandalias utilizadas cotidianamente por los romanos, es decir, el calzado más común entre los civiles, eran las soleae (singular solea). Las mismas se utilizaban en todos los contextos sociales, incluidas las reuniones de los patricios, en las cuales los invitados solían llegar a la casa del huésped vistiendo zapatos del tipo calcei, y una vez en la comodidad del vestíbulo de la casa de su huésped cambiaban su calzado por unas sandalias. Los plebeyos, libertos y prácticamente el grueso de la sociedad romana utilizaban sandalias en todos los contextos sociales, ya que las mismas, además de ser un calzado de bajo costo, eran aireadas, confortables y resistentes.

Por lo general las sandalias iban desde las variedades más básicas y simples, hechas a partir de suelas y tiras de cuero o fibras vegetales, hasta las variedades más costosas y estilizadas, adornadas con todo tipo de piedras preciosas e incluso escenas talladas sobre sus tiras. En efecto, durante la época cristiana, Clemente de Alejandría en su Paedagogus realiza una objeción hacia las mujeres que utilizaban sandalias costosas adornadas con distintos tipos de «sellos con motivos impúdicos».

La popularidad de este tipo de calzado llevó a que exista una gran cantidad de sandalias romanas, diseñadas y pensadas para distintas tareas e incluso distintos terrenos y climas.

Vestis forensis: el calcei era el tipo de calzado que se consideraba como aceptable para ser utilizado en la calle, y esta era una formalidad respetada celosamente por los ciudadanos patricios y de buen pasar. Los trabajadores, y en especial los romanos que se encontraban fuera del pomerio, el recinto histórico de la ciudad, tenían una actitud más laxa, y solían utilizar sandalias por cuestiones de comodidad. Dicho lo anterior, todos los ciudadanos romanos, incluso la clase trabajadora, poseían al menos un par de calcei y un par de sandalias. Esto puede confirmarse en los restos arqueológicos de las pertenencias de los tripulantes de un barco de transporte de granos con rumbo a Vindolanda que naufragó en el Rin en 210 d. C. (Carol van Driel-Murray, 1998c 493-8)

Soleae

Si bien la palabra soleae (singular solea) era utilizada para referirse a todos los tipos de sandalias, también especificaba un tipo particular de este calzado. Estas poseían una suela unida a través de tiras de cuero que convergían en la parte superior del empeine sujetando al pie firmemente y formando así un calzado ligero y aireado.

Debido a la popularidad de este calzado existía una gran cantidad de variedades, algunas con más tiras, otras con menos tiras y otras más clásicas similares a las chancletas aunque ajustadas en los tobillos.

Tipos de soleae.
Tipos de soleae.

Soleae ligneae

Las soleae ligneae eran un tipo particular de solea hechas con suelas de madera utilizadas, por lo general, para castigar a los criminales.

Crepidae

La crepida (plural crepidae) era un tipo de sandalia que cubría gran parte del pie, incluido el empeine y el talón. Las mismas eran utilizadas por regla general en un contexto de trabajo, y pueden considerarse como un intermedio entre las sandalias propiamente dichas y el calcei (zapato). Este era un calzado de origen griego, al cual Hipócrates calificaba como un «calzado de la gente de campo» y se ataba utilizando correas.

La mayor diferencia de las crepidae con respecto a los otros tipos de sandalias radicaba en el hecho de que estas a veces cubrían los dedos, mientras que las soleae dejaban los dedos al aire libre casi exclusivamente, algo que observarse en las tumbas de Tarquinia y los frescos del siglo I d. C.

Escultura de un par de sandalias romanas del tipo crepida vestidas por el Apolo de Balvedere.
Escultura de un par de sandalias romanas del tipo crepida vestidas por el Apolo de Balvedere.

Las crepidae eran también utilizadas por los actores, según los escritos de Jenofonte, y es común verlas en las estatuas de los dioses grecorromanos.

Caligae muliebres

Sandalias utilizadas por las mujeres similares a las caligae utilizadas por los legionarios, aunque mejor adaptadas al pie femenino y sin las tachuelas en la parte inferior de la suela.

Coturnos

Los conturnos (cothurnus) eran un tipo de sandalias altas, utilizadas por los actores durante las tragedias y dramas. Pueden considerarse como un intermedio entre las botas y las sandalias.

Sandalias romanas del tipo conturnos, similares a un híbrido entre las botas y las sandalias clásicas.
Sandalias romanas del tipo conturnos, similares a un híbrido entre las botas y las sandalias clásicas.

Gallicae

La gallica era una sandalia cerrada sobre el talón de suela gruesa y punta redonda adoptada de los galos a partir del siglo II a. C. El mismo era un calzado rústico, utilizado por los campesinos y viajeros. Su uso en la ciudad estaba mal visto, razón por la cual Cicerón en sus Filípicas critica a Marco Antonio por utilizar gallicae en público (Fil, II, 30,76).

Reconstrucción de un par de sandalias gallica.
Reconstrucción de un par de sandalias gallicae por Andy Burke.

Baxae

Las baxae (singular baxa) eran sandalias hechas a partir de fibras vegetales. Las mismas eran un tipo de calzado extremadamente económico, razón por la cual eran comúnmente utilizadas por los libertos y los ciudadanos más pobres. Con el paso del tiempo se volvieron, debido a su simplicidad, en el calzado predilecto de varios filósofos, como por ejemplo Tertuliano, quien las menciona en De Palio.

Sandalias de fibra vegetal denominadas baxae.
Sandalias de fibra vegetal denominadas baxae.

Las caligae, las sandalias militares

Las caligae (en español a veces traducidas como cáligas) estaban directamente basadas en las soleae, por lo que eran relativamente similares en su construcción y forma. No obstante, debido a que eran utilizadas por los legionarios durante los rigores de las campañas militares, su construcción era mucho más sólida, y estaban dotadas de una gran cantidad de tiras con el fin de aferrarse firmemente al pie del legionario y otorgar mayor cobertura. Así mismo, con el fin de mejorar su tracción, las caligae llevaban clavadas en la parte inferior de su suela una cantidad considerable de tachuelas.

Debido a la frecuencia y rigores de la marcha en campaña de los legionarios romanos, se clavaban varias tachuelas (clavi caligarii) en la suela de las caligae las cuales se degastaban rápidamente, razón por la cual los legionarios recibían reposiciones regulares. Tácito en su trabajo Historias (III, 50) menciona un donativo denominado clavarium el cual era recibido por las tropas en campaña y hacía referencia a dichas tachuelas.

Las caligae eran un símbolo de la legión, razón por la cual en ocasiones los soldados eran llamados caligati. Sin embargo, también era común verlas entre los campesinos, en especial los veteranos retirados que recibían tierras como recompensa por su servicio militar.

Estructura y construcción de una sandalia caliga, las sandalias del ejército romano.
Estructura y construcción de una sandalia caliga, las sandalias del ejército romano.

Las caligae eran utilizadas por los legionarios y todos los rangos militares incluyendo hasta el centurión. Los oficiales superiores, es decir aquellos que estaban por encima de los centuriones, solían utilizar un tipo de calzado denominado campagus (plural campagi). Véase artículo sobre el calzado romano.

Las caligae y Calígula

Los legionarios no fueron los únicos en recibir un apodo debido a su uso de las caligae. El emperador Calígula, cuyo nombre imperial era Cayo Julio César Augusto Germánico, durante su juventud temprana solía vestirse como soldado, razón por la cual recibió el sobrenombre de Calígula (pequeñas sandalias).

Caligae speculatores

Durante los tiempos del Imperio romano, los guardias del emperador, hombres extraídos de la Guardia Pretoriana y escogidos a dedo para resguardar la figura máxima de Roma denominados Speculatores Augusti, utilizaban un tipo de caligae especial denominada caligae speculatores sin tachuelas en su suela con el fin de otorgarles una mayor capacidad de sigilo.

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