El calendario romano soli-lunar (pre-juliano)

Intentando solucionar los problemas de discrepancia con las estaciones del año, el rey Tarquino Priscio creó un calendario soli-lunar de 13 meses.

Este artículo pertenece a la serie de artículos sobre los romanos y la medición del tiempo.

El calendario romano
El calendario romano lunar
El calendario romano soli-lunar (usted está aquí)

La división del tiempo
La división del día y las horas en Roma
La división de la semana en Roma
―― El significado de los días de la semana
La división de los meses en Roma
―― El significado de los nombres de los meses del año

El calendario soli-lunar romano

En un principio los romanos utilizaban un calendario completamente lunar basado en el calendario lunar griego de 304 días y 10 meses. Si bien alrededor del siglo VI a.C. reyes tales como Numa Pompilio intentaron reformarlo y aliviar sus falencias intentando encuadrar el calendario lunar con el solar y elevando la cantidad de días a 355 y de meses a 12 al agregar los meses de Januarius y Februarius, al ser un calendario soli-lunar éste nuevo calendario continuaba, aunque en menor medida, presentando una seria discrepancia entre lo que marcaba el calendario y las estaciones del año que se acentuaba con el paso del tiempo.

Nota: Este artículo describe el calendario romano soli-lunar pre-Juliano, para más información sobre los calendarios de Roma, su historia y evolución ir al artículo principal de los calendarios de Roma.

Con las reformas realizadas por Numa Pompilio el calendario romano quedó organizado de la siguiente manera:

  • Ianuarius 29 días
  • Februarius 28 días
  • Martius 31 días
  • Aprilis 29 días
  • Maius 31 días
  • Iunius 29 días
  • Quintilis 31 días
  • Sextilis 29 días
  • September 29 días
  • October 31 días
  • November 29 días
  • December 29 días

Un año se calculaba en base al paso del sol por un mismo punto del cielo en dos oportunidades, lo que actualmente sabemos que ocurre debido a la órbita de la tierra en torno a éste y no al contrario como creían los antiguos; por otra parte el mes se obtenía calculando el lapso en que la luna iba de luna llena a luna llena, en otras palabras, el ciclo lunar. Sin embargo, el método no era perfecto, la carencia de concordancia entre la duración de los años solares de 365 días y los años lunares de 360 días llevaba a un desfase inevitable en la medición del tiempo que se intensificaba con el paso de los años.

Mercedonius, el décimo tercer mes

Una nueva reforma al calendario romano soli-lunar fue realizada por el rey etrusco Tarquinio Priscio, aproximadamente en el siglo V a.C., al agregar de un décimo tercer mes conocido como Mercedoinus -nombrado de esta manera por Plutarco en sus relatos sobre la reforma del calendario por Julio César-, ya que a pesar de la inserción de dos nuevos meses durante la reforma de Numa Pompilio que elevó la cantidad de meses de 10 a 12 todavía existía una discrepancia considerable entre los meses lunares y el año solar que hacía que las fechas «se fuesen corriendo» con el pasar de las estaciones. 

Pontifex Maximus por Jacques Grasset de Saint-Sauveur. El PM tuvo un rol fundamental al implementar el Calendario soli-lunar romano.
Pontifex Maximus por Jacques Grasset de Saint-Sauveur.

Este nuevo décimo tercer mes, llamado Mensis Intercalaris o Mercedoinus se aplicaba año por medio ubicándose luego de febrero (Febrarius), es decir se encontraba entre febrero y marzo. Mercedoinus agregaba de 22 a 23 días al año de manera intercalada sólo cuando hacia falta para nivelar el desfase de los días, es decir, algunos años tenía el Mercedoinus y otros no.

Los años que contenían dicho mes pasaban a tener un total de 377 o 378 días, equilibrando de esta manera el desfase estacional. Ya entrada la República, estos meses intercalares eran establecidos por el Pontifex Maximus, y su duración era variable.

Uso político del Mercedonius

Su objetivo original era intercalar días en el año para hacerlo acorde a las temporadas y eliminar la discrepancia con las estaciones. Sin embargo gradualmente se convirtió en una herramienta política. Esto creó un gran problema, la manipulación de estos días adicionales generalmente se realizaba con intereses en mente: la votación de un funcionario, el termino de un cargo político, etc. Hechos que llevaron a un desfase de varios meses para el final de la República impulsando así la creación del calendario Juliano..

El principio del año

Actualmente existe un debate considerable entre los estudiosos sobre si en este período el principio del año se movió a enero, o continuó en marzo, recordemos que durante gran parte del período denominado como la Monarquía romana el año empezaba en marzo.

La versión más aceptada es que, como veremos en el artículo sobre el calendario Juliano, Julio César movió el principio del año a enero para planear las campañas militares con más tiempo durante el invierno. Es importante aclarar que los romanos hacían sus planes estratégicos y trazados militares en el principio de cada año. De hecho el mes de marzo fue justamente nombrado en honor a Marte, el dios de la guerra, precisamente debido al hecho de que históricamente los romanos lanzaban sus campañas militares durante dicho mes. Puedes leer más sobre el significado de los nombres de los meses del año en el siguiente artículo: El significado de los nombres de los meses del año.


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