Notas a la Res Gestae del emperador Octavio Augusto

Las Hazañas del Divino Augusto (en latín: Res Gestae Divi Augusti) es un texto autobiográfico escrito en el siglo I por Octavio Augusto.

Las siguientes son las notas a la Res Gestae, la obra autobiográfica de Octavio Augusto.

Res Gestae

Res GestaeNotas

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Notas a la Res Gestae

1.- E. G, Hardy, The Monumentum Ancyranum. Oxford, 1923

2.- Res Gestae Divi Augusti. Ex Monumentis Ancyrano. Antischario Apolloniense Scriptores Graeci et Latini. Typis Regia Officinae Polygraphicae. Roma 1937

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3.- En este aspecto insiste Luca Canali, tanto en su edición en italiano de la obra de Augusto (Cesare
Ottaviano Augusto. Res Gestae Divi Augusti. A cura di Luca Canali. Editori Reuniti. Roma, 1982) y en su: “Il Manifesto del Regime Augusteo”, Editorial Laterza. Bari, 1978.

4.- Sobre la capacidad de síntesis demostrada por Augusto y la calidad literaria del texto, cfr: Imperatoria Caesaris Augusti. Operum Fragmentae. Henrica Malcovati. Quartum Edidit. Corpus Scriptorum Latinorum Paravianum. Torino, 1940.

5.- La división de la obra en los tres grandes temas señalados se encuentra en: “La composizione delle Res Gestae Divi Augusti”. Mario Attilio Levi. Revista di Filologia. Torino, 1947.

6.- Un representante de esta postura ha sido Giovanni Pugliese Carratelli. En su artículo “Auctoritas Augusti”, Parola del Passato. Napoli 1949. En breve el argumento es el siguiente: Augusto fue el restaurador de la república. Esta queda claro si seguimos la línea de los hechos que conforman el gobierno de este emperador, el cual camina de la excepción a la legalidad a una forma cada vez más ajustada a las leyes. Una vez restaurada la república el año 27 a.c. (cap. XXXIV), Augusto comenzó el rol de princeps, vale decir, de tutor de la constitución. A partir de este momento la base sobre la cual descansó Augusto fue su prestigio moral (auctoritas). La comprobación de esto –para Pugliese- está en el hecho que luego del 27 a.c. Augusto no ocupó ningún cargo que no estuviese tipificado en la constitución.

7.- En esta postura está el ya citado Canali. Jones en su biografía de Augusto exagera, a mi modo de entender, el rol que ocupó el ejercito en el poder que detentó Augusto. Es del mismo parecer en el capítulo de la Historia Antigua editada por la Universidad de Cambridge. Una excelente defensa sobre el Augusto renovador en el trabajo ya citado de Levi. Por otra parte, el texto de P. Grimal de amplia difusión en castellano, nos hace ver con claridad los profundos cambios vividos en Roma y que hacían imposible una vuelta al pasado.

8.- Jones, Arnold H.M. Augustus, Chatto and Windus. London 1870.

9.- Levi, M.A. op. cit., pp. 199

10.- The Monument of Antiochenum. Edited by Dvid Robinson. The John Hopkins Library. Baltimore, 1926. Este autor es el único que señala que el núcleo originario fue escrito hacia el año 2 a.c. De manera expresa los otros autores hacen presente su cautela a este respecto.

11.- Este no es el título original de la inscripción. Augusto le había puesto solamente Res Gestae. Luego de la muerte del emperador (14 d. C.) se habría redactado de la manera en que nosotros lo conocemos hoy.
La última parte: “he aquí reproducida…” sería un agregado hecho para las copias que partieron a las provincias, con el fin de certificar que eran una copia fiel del original conservado en la tumba de Augusto en Roma.

12.- Se refiere al momento inmediato de la muerte de César (44 a.c.). Augusto desde el inicio muestra el estilo fuerte y personal que caracteriza todo el documento. El futuro emperador contó con un doble apoyo: por una parte algunos senadores (entre ellos Cicerón), y por otra, algunos financistas. Sobre estos últimos tenemos pocos datos, pero tenemos la impresión de que eran personas bastantes cercanas a César. En cualquier caso su apoyo fue fundamental, ya que Augusto no tenía en ese momento recursos para poner pie un ejercito. Dos cosas se hacen notorias desde el comienzo del documento. La primera, es el tono personal de la redacción, el cual proseguirá en forma ininterrumpida (ver prólogo). La segunda es el trato que Augusto dará permanentemente a sus contrarios, los cuales nunca aparecen nombrados por su nombre. Así la expresión “…oprimida por la dominación de las facciones…” no es tan correcta, ya que eran partidos que fueron seguidos por la mitad de la población del imperio.

13.- La figura central que movió al senado para que se reconociese a Augusto fue Cicerón, quien veía en esto la mejor manera de ganarse a este joven para derrotar a los enemigos de la república. Una vez más, Cicerón pensaba que luego se podría desembarazar fácilmente de él. Por estas consideraciones, Cicerón hizo que Augusto entrase en la legalidad, aunque nos cumpliese ninguno de los requisitos.

14.- Se refiere a la batalla de Modena en que la república fue representada por los dos cónsules y Augusto (43 a.c.). En esta murieron los dos cónsules, y Augusto ocupó este cargo el 19 de agosto del año 43 a.c.

15.- Hay en el texto una contradicción que es necesario resaltar. En el primer párrafo, Antonio es definido como un faccioso que oprime la república, en el último aparece como un reordenador del estado, ya que participó en el triunvirato. Augusto hace caso omiso de los distintos momentos de su compleja relación con el senado y apunta a presentarse como un salvador de la patria (Malcovati, op.cit., pp 55)

16.- Da una breve noticia sobre la suerte de Bruto y Casio, los asesinos de César. El párrafo es demasiado oscuro y hay omisiones importantes, como son las proscripciones que afectaron al partido senatorio y que costó la vida a Cicerón. Estas proscripciones tuvieron también la finalidad económica de recompensar a los soldados. Los bienes confiscados eran puestos en subasta para financiar el licenciamiento de los soldados, aunque sabemos que estas subastas tuvieron poco éxito. Las dos guerras a las cuales hace referencia tuvieron lugar el año 42 a.c. y quien resultó el verdadero vencedor fue Antonio y no Augusto, aunque ambos eran parte del triunvirato.

17.- La clemencia ante los vencidos, actitud que tenía antecedentes en la historia de Roma, por ejemplo, la clemencia de Tiberio Graco en España y la de César en varias ocasiones. Augusto explotó mucho su clemencia para fines publicitarios. Veleyo Patérculo en su historia de Roma, libro II, 86, 2: “la verdad es que la victoria se caracterizó por una gran clemencia, nadie fue asesinado a excepción de aquellos pocos que no pidieron gracia”. Otras versiones tienden a señalar que ha habido una exageración en cuanto a este aspecto del comportamiento de Augusto.

18.- Se hace evidente la falta de ordenación cronológica a la que hicimos referencia en el prólogo. Así, de un solo golpe, Augusto nos da cuenta de todas las guerras que se combatieron bajo su gobierno y de todos los soldados que le prestaron juramento. Sobre los veteranos el emperador llevó adelante un plan para que se convirtiesen en pequeños agricultores y para esto se preocupó especialmente de las asignaciones de tierras.

19.- Una ovación es una forma menor de triunfo. El general entraba en Roma en pie o a caballo, y no sobre una cuadriga. Vestía la toga praetexta, llevaba una corona de mirto y no de laurel. El cortejo no era espectacular y concluía en el Campidoglio donde el general sacrificaba una oveja. Un triunfo, en cambio, era la más alta recompensa a la cual un general victorioso podía aspirar. Era acordado por el senado bajo ciertas condiciones: que la guerra hubiese sido librada contra extranjeros; que las bajas enemigas sobrepasasen las 5000, y que el general exhibiese su ejercito para comprobar su triunfo. En lo formal, el triunfador desfilaba sobre una cuadriga, vestía la túnica palmata y la toga picta (generalmente de oro y púrpura) y con adornos semejantes a los de un rey divino. Bajo el imperio, los triunfos se convirtieron en un monopolio del emperador y de la familia imperial. (The Oxford Classical Dictionary. Oxford University Press 1970, volumen 2). Los tres triunfos fueron concedidos el año 29 a.c. y dos de ellos hacen referencia a la batalla de Accio y la anexión de Egipto. Respecto a los saludos como emperador, es necesario señalar que era una costumbre que los soldados saludaran a un general victorioso como emperador. En esta ocasión no hay relación con el sobrenombre de Augusto con que nosotros identificamos esta figura. “Decretándome, luego, el senado triunfos que rechacé…” Augusto plantea por primera vez un problema en el cual insistirá bastante, y este es su deseo de no centralizar todos los honores. Los triunfos que él rechazó fueron los del año 25 (triunfos sobre los Cantábricos), el 20 a.C. cuando los partos devolvieron las insignias capturadas a Craso el año 53 a.C., y finalmente cuando Tiberio venció a los germanos el 8 d. C. Lo que en el texto aparece como modestia, no lo fue tanto en la realidad. Augusto al rechazar los triunfos, evitaba que este honor llegase también a otros, lo cual los pondría en una situación de superioridad.

20.- Señala Augusto que escribió estas memorias en el año de su 37ava potestad tribunicia. Esto es, en el año 13 d. C., vale decir, el año anterior a su muerte.

21.- La dictadura le fue ofrecida el año 22 a.c. y Augusto rechazó esta magistratura extraordinaria que le daba la totalidad de los poderes civiles y militares. Luego de Julio César, la dictadura estaba identificada con la monarquía absoluta y por esto Augusto fue muy tajante en rechazarla. Desde otro punto de vista el emperador no necesitaba de ese cargo para controlar la vida política del imperio. Dice Arnold Momigliano que el año antes de rechazar la dictadura, Augusto había obtenido el “imperium proconsulare maius” en las provincias senatoriales y la tribunicia potestad de por vida, la cual contemplaba el derecho a veto y el completo control del estado (A.M. – O.C.D., página 282).

22.- No rechazó en cambio, un cargo complejo y de pocos honores, como hacerse cargo de la annona, el cual significaba ordenar el abastecimiento del grano al pueblo en momentos de carestía.

23.- Se trata de los ofrecimientos hechos el 19 a.c., 18 a.c. y el 11 a.c., respectivamente. En esto Augusto fue coherente ya que este cargo significaba aceptar la dictadura con otro nombre (Hardy).

24.- La tribunicia potestad está en el centro del debate sobre la posición constitucional de Augusto. Parece haberle sido concedida por primera vez el año 26 a.c., esto es, durante el triunvirato. (Momigliano tiene algunas reservas a este respecto). El año 30, luego de la batalla de Accio, le fue extendida para que la hiciese de por vida. Esta magistratura fue la base jurídica de su potestad civil. (Homo. Instituciones Político Romanas. Uteha, pg. 205) Para Brunt y Moore, los poderes que la tribunicia potestad no daba Augusto, fueron agregados por éste más tarde bajo otras formas.

25.- Del 43 a.c. al 33 a.c. la noticia es deliberadamente oscura ya que el triunvirato (43 al 38 a.c.) fue un acuerdo privado: “fue un hecho de pura fuerza personal, de inestable equilibrio entre los hombres que se alían provisoriamente y sobrepasan todas las magistraturas constitucionales”” ( Canali). El segundo triunvirato (38 al 33 a.c.) tuvo la apariencia de mayor legalidad, pero siguió siendo igualmente privado.

26.- El título de princeps tenía la importancia concreta de permitir expresar la opinión en el senado en un primer lugar, condicionando así el curso del debate. Este principado es un ejemplo de aquellos poderes que no le concedió la tribunicia potestad, que Augusto consiguió por otra vía.

27.- Pontífice máximo fue un cargo que ocupó a partir de la muerte de Lépido (12 a.c.). El cargo es importante que gran cantidad de actos de la vida pública romana unidos a la observación de prácticas religiosas.
Los otros cargos mencionados son menores. De los Titios, por ejemplo, no se tienen noticias concretas, mientras que sabemos que los hermanos Arvales celebraban ritos agrícolas.

28.- Durante el último periodo de la república los patricios habían disminuido notablemente su número. Las guerras civiles habían sido una causa seria de esta disminución. Malcovati calcula que las familias patricias habían disminuido en más de un 70%. Augusto, en su quinto consulado, año 29 a.c., aumentó el número de patricios a fin de obtener gente que pudiese secundarlo en su gobierno.

29.- La cifra de los censos es compleja si tenemos en cuenta que el último censo de la época republicana (70 a.c.) había arrojado 910.000 ciudadanos romanos. ¿Cómo explicar este cuadruplicarse de la población?.
Las explicaciones son varias, pero no satisfactorias totalmente. Antes que nada se debe establecer que los censos republicanos eran ineficientes ya que obligaban a las personas a viajar a Roma para censarse.
Luego hay que tener en cuenta que Julio César registró una activa política de concesión de ciudadanía. Finalmente la paz parece también haber contribuido a este aumento (Jones). A este respecto Canali en su artículo:. “no es fácil decidir si estos datos buscan subrayar el aumento demográfico o el lento, pero progresivo aumento en el derecho de ciudadanía”. Página 248.

30.- Los primeros votos se celebraron el 28 a.c., en relación con la celebración de la victoria de Accio.

31.- Hay aquí una discusión un punto bastante importante. Malcovati sostiene que estas ofertas son un preludio al culto divino que se tributará a los emperadores más adelante. Estos preludios se habrían dado, bajo Augusto, con más fuerza en las provincias orientales que en Roma. Hardy rechaza esta perspectiva y señala que no hay referencia, abierta ni velada, al problema de la divinización. Si bien Augusto no promovió acciones tendientes a su divinización, tampoco tenemos noticias de que las haya frenado en las provincias orientales, donde la estrecha relación entre el detentor del poder y la divinización de éste tenía una larga duración.

32.- Resulta aquí especialmente destacable la ordenación temática del argumento y no la cronología. La introducción de su nombre al Carmen Saliare puede datarse el 29 a.c., la tribunicia potestad de por vida el año año23 a.c. y el pontificado máximo el 12 a.c. luego de la muerte de Lépido. Las noticias que disponemos sobre el Carmen Saliare son pocas. Parece ser un himno en el cual se cantaban las glorias de Roma en la guerra y la introducción del nombre de Augusto tendió a relacionar su figura con el éxito militar.

33.- El regreso de Augusto se dio en momentos de problemas políticos serios en Roma (ver capítulo XII), por lo tanto constituyó una alegría para el senado que veía en el regreso la pacificación de la ciudad. Pero también esta vuelta de un viaje de tres años por oriente y Grecia está relacionada con lo que Augusto considera su más grande éxito en el plano diplomático. En efectos traía consigo las insignias que los Partos habían quitado a Craso en la batalla de Carre el año 53 a.c. (Anderson). – sobre este particular ver capítulo XXIX- El altar consagrado significa una alabanza a quien vuelve (redux) y no es traducible al castellano.

34.- Hay aquí una confusión en el texto. La aclaración es la siguiente: hubo dos comitivas que llagaron hasta Augusto cuando tocó suelo itálico. La primera fue dirigida por Q. Lucrecio antes de que fuese cónsul, y tuvo por objetivo hacerle ver al emperador los problemas suscitados en Roma durante sus ausencia, especialmente lo referente al deseo de Egnazio Rufo de postular al cargo consular. Esta comitiva había alcanzado a Augusto en un lugar distinto de la Campania y en la entrevista Augusto habría procedido a designar a Lucrecio como cónsul. Demás está señalar la ilegalidad de obrado por el emperador. En esta ocasión, Lucrecio habría transmitido un recado en el cual el senado pedía a Augusto que retornase luego a Roma por la difícil situación. Ahora la comisión que hace referencia el texto está encabezada por Lucrecio como cónsul y por lo tanto se trataría de una segunda comitiva dirigida a Augusto, cuyos motivos nosotros desconocemos.

35.- En Hispania y la Galia estuvo tres años del 16 al 13 a.c. Para su vuelta, el senado decretó que se levantara el Ara Pacis (altar de la paz), ya que la paz parecía finalmente asegurada.

36.- Las tres ocasiones a las cuales hace referencia Augusto, fueron: luego del triunfo en Accio; luego de la guerra contra los cantábricos (25 a.c.) y finalmente, luego de la expedición en Arabia.

37.- Son sus dos hijos adoptivos: Cayo César, hijo mayor de Agripa y Julia, nacido el 20 a.c. y muerto el 4 d.c y Lucio, segundo hijo del mismo matrimonio, muerto el 23 d. C. Casi todos los autores están de acuerdo en señalar que éste es unos de los capítulos fundamentales de la obra, ya que está presente el permanente intento del emperador por establecer un orden sucesorio, y por lo tanto, de crear un régimen de tipo dinástico. Todo tiende a indicar que estos dos hijos eran vistos en este sentido. El punto conflictivo es que Augusto declaró que él habría restaurado la república (capítulo XXXIV), y ambas cosas son incompatibles. En el problema de la creación de una dinastía, que bien sabemos se llevó adelante, han encontrado un buen argumento los historiadores que retienen que Augusto fue el creador de un nuevo orden.

38.- La totalidad del capítulo tiende a hacer resaltar el apoyo con que contaba Augusto entre los senadores y los caballeros.

39.- Parece que la mayor parte de estas donaciones fueron entregadas a la plebe de la ciudad de Roma con los grandes botines obtenidos en la guerra. Por ejemplo, la donación realizada en el quinto consulado (29 a.c.), parece haberla hecho con el botín obtenido de Cleopatra, el cual fue lejos el más grande de los que obtuvo (Canali). Cada uno de estos actos de Augusto aparecen relacionados a un gran momento de su gobierno. Durante el quinto consulado hizo la donación para celebrar la conquista de Egipto, durante el 10º consulado celebró la victoria sobre los cantábricos, durante la XII tribunicia potestad asumió el pontificado máximo (12 a.c.), etc.

40.- Se trata del intento de solución a uno de los más graves problemas de la administración en el imperio, el de los veteranos. El problema se desarrollo y tomó progresiva fuerza durante el siglo I a.c., ya que los soldados entendían que tenían derecho a un premio al ser licenciados. La mayoría de las veces estos premios se otorgaban en tierras, con lo cual se cumplía el objetivo de convertir a los ex combatientes en agricultores, quienes guardaban profunda gratitud al general que conseguía estos premios ante el estado. Quedaban los soldados licenciados (veteranos) dispuestos a retomar las armas en el momentos en que el general se los pidiese. El problema es que las tierras entregadas por esta vía eran producto de las expropiaciones, como lo prueba la historia personal de Virgilio. Augusto trató de poner orden a esta situación con el elenco de medidas anunciadas en este capítulo (E. Gabba: Il Veteranismo, en Ejercito e societá Nella Tarda Repubblica Romana. La nueva Italia). La reforma más importante introducida por Augusto fue la de crear un erario militar, vale decir, un fondo del estado para pagar a los licenciados del ejercito (6 d. C.). La importancia radica en el hecho de que ahora el ex soldado recibe los beneficios del estado y no de un general en particular, produciendo la identificación con el imperio romano y con un ente individual.

41.- La suma fue versada por Augusto para la creación del erario el 6 d. C. (ver nota 40). También influyó en la decisión de Augusto su deseo de no seguir desembolsando grandes sumas de su patrimonio para los veteranos, sino que hacer que estos gastos fueran afrontados por el estado. Para el financiamiento del erario militar se contaron con impuestos a las herencias (5%) y a las ventas realizadas en remate (1%). (Jones)

42.- Estas asignaciones parecen haber sido una iniciativa privada da Augusto para aprovisionar de grano a la ciudad (Malcovati – Canali).

43.- Este capítulo, como los dos siguientes, se refieren a la reforma urbana que Augusto realizó en Roma y que cambió el rostro de la ciudad, colocándola a la altura de la capital del mundo. El plan estuvo en la mente y los proyectos de César, y a su muerte los practicó Augusto (Coarelli, Filippo: Guida Archeologica di Roma). El Lupercal es una gruta al costado del Palatino, donde se celebraban sacrificios en memoria del amamantamiento de Rómulo y Remo por parte de la loba. La referencia que hace a la construcción del senado es relativa, ya que un edificio del senado existía desde hace mucho. Augusto concluyó la obra, iniciada por César, de construcción de un nuevo edificio para el senado, adyacente al anterior.

44.- Los acueductos son fundamentales para el abastecimiento de aguas de una ciudad que, como Roma, no cuenta con vertientes propias.

45.- Ariminium es hoy Rimini.

46.- El tempo a Martis Ultoris fue consagrado el año 42 a.c. para celebrar la victoria sobre los asesinos de César. Marcelo era hijo de Octavia, la hermana del emperador. Augusto distinguió a Marcelo pensando en él como un sucesor. Murió el año 25 d. C.

47.- El oro coronario era un donativo de oro que, de acuerdo a las costumbres orientales, se enviaba a los vencedores. Muy en la línea de Augusto está el rechazó a este tipo de donativos.

48.- Los juegos aquí mencionados son aquellos cuya organización estaba encargada a los magistrados. Otros juegos eran de tipo religioso y estaban a cargo los sacerdotes (A. Williams – O.C.D., pg. 1256, vol.2). Los juegos gladatorios tuvieron lugar el 29 y el 28 a.c. para celebrar el triunfo de Augusto en la batalla de Accio. Sobre las ocasiones que los organizó a nombre de sus hijos o sobrinos, sabemos que el 17 a.c., se realizó uno al adoptar a Cayo César y Lucio. El 4 d. C. hubo uno con motivo de la adopción de Tiberio. El capítulo, en general, nos muestra la gran importancia que Augusto concedió a esta forma de entretención popular que ya se había comenzado a desarrollar bajo la república.

49.- El combate naval fue el 2 a.c.

50.- El ataque está dirigido en contra de Antonio, quien se había apropiado de ellos. Como en todo el texto, ningún enemigo de Augusto es mencionado por su nombre. La medida de Augusto está en parte inspirada en la piedad, y también por ese ánimo de justicia que el autor resalta a través de todo el documento.

51.- Nueva ocasión en la cual Augusto pone de manifiesto su medida para aceptar honores públicos. Rechazó las estatuas que se levantaron en un gran número en su honor (queda dicha cifra que se puede traducir en que Augusto gozaba de un gran cariño popular) y dedicó ese oro a Apolo. Siempre es interesante tratar una explicación sobre el por qué de esta actitud de Augusto. Algo que sirve para entender, pero no agota el asunto, es que el emperador era inmensamente rico y podía rechazar los donativos que se le hacían (capítulo XXI nota 47), y lo suficientemente poderoso como para permitirse rechazar estas manifestaciones a su persona. Pero, hay más. Augusto se interesó en controlar el gobierno y a eso dedicó muchos de sus esfuerzos, pero nunca acepto dar la imagen de estar gobernando de manera monárquica. De ahí que siempre rechazara honores que podían despertar suspicacias.

52.- Augusto resalta de manera especial el hecho de que liberó el mar de piratas. Este fue uno de sus aportes fundamentales para la normalización de las rutas comerciales por mar. El contexto más general al cual el emperador parece hacer referencia es que bajo su gobierno no se llegó a la pax, considerado el logro máximo. La referencia a los piratas es peyorativa, ya que se trata de las batallas que libró contra la flota de Sesto Pompeyo, quien no fue propiamente un pirata.

53.- Las provincias que juraron fueron sólo las occidentales.

54.- El senado estaba compuesto por 1000 hombres. De los cuales trescientos, se sabe que no todos estuvieron con Antonio.

55.- Se toca aquí uno de los puntos fundamentales del gobierno de Augusto. La idea fue la de reforzar las tierras del imperio, estacionando los ejércitos en las fronteras sin llevar adelante una política de nuevas conquistas. Esta política, ideada por Augusto a partir de razones muy concretas, como veremos en las notas siguientes, se mantuvo en pie bajo la mayoría de los emperadores de los dos primeros siglos después de Cristo.

56.- Galias e Hipanias, en plural en el texto latino ya que la primera estaba dividida en tres partes (César) y la Hispania en dos.
La referencia que se hace de Germania es dudosa ya que allí Roma sufrió su más grande derrota al ser destruidas totalmente las dos legiones comandadas por Q. Varo (9 d. C.). Esta derrota fue decisiva en la política de fronteras que estableció Augusto (Jones). La verdad es que Roma no logro nunca un verdadero control sobre la zona.

57.- Hacia el 7 y 6 a.c., las tribus alpinas lograron ser pacificadas. La idea de que no llevó a cabo ninguna guerra injusta es extraña, ya que se sabe que las causas fueron económicas con el fin de asegurar la economía italiana y el tráfico comercial transalpino. Las tribus, en general lucharon por su independencia.

58.- La expedición a Etiopía fue al 23 y 22 a.c.

59.- Egipto se convirtió en provincia romana luego de la batalla de Accio. Esta conquista fue de primera importancia para Roma, ya que proveyó el abastecimiento permanente de grano que tanto necesitaba. Augusto se preocupó especialmente que el senado no tuviese ninguna injerencia en la provincia y la colocó bajo el dominio de un prefecto ecuestre. Los senadores podían visitar la nueva provincia sólo con un permiso especial del emperador. La razón de fondo en esta actitud era que la provincia era riquisima y muy importante, y el emperador al controlarla afirmaba bastante su poder. Un problema lo constituyó la designación del prefecto de Egipto. Al recibir este nombramiento se convertía en un hombre muy poderoso. El primero de los designados por Augusto fue Cornelio Galo, amigo del emperador. Cayó en desgracia ante el emperador y se suicidó. Más que por motivos reales de deslealtad política, su caso fue un ejemplo de del recelo del gobierno de Roma frente a los poderes del prefecto de Egipto. La dominación que Roma hizo de Egipto, ha sido muy discutida. El historiador Joseph Grafton dice: “la conquista romana de Egipto tuvo resultados desastrosos. El dominio romano estuvo marcado de una decadencia de tres siglos; las entradas fueron gastadas en el exterior y el capital afluyó a Roma; no se cultivaba más la tierra y muchos agricultores quedaron reducidos a vagabundaje”(O.C.D., vol. 1, pg.754).

60.- Se trata de las provincias de Macedonia, Acaya, Bitinia y el Ponto, Asia, Cilicia, Siria, Creta, Cirene. Sicilia, y Sardeña fueron recuperadas luego de las campañas navales contra Sesto Pompeyo (36 a.c.).

61.- Sobre los veteranos estanciados en estas colonias, ver notas del capítulo XVI.

62.- Las relaciones establecidas con los partos figura entre unos de los puntos más importante en el plano internacional del gobierno de Augusto. Entre ambos pueblos se llegó a un entendimiento diplomático de buenas relaciones. Las últimas investigaciones ponen de manifiesto que el emperador romano se preocupó bastante de esas relaciones, ya que la ruta comercial por tierra con la India, que pasaba a través de Armenia, tuvo bastante tráfico en este periodo. Investigaciones, actualmente en curso, están llegando a la conclusión de que el tráfico por vía de tierra fue de un volumen mayor del que se pensó en otro tiempo.

63.- La sumisión de Panonia tuvo lugar entre el 12 y el 9 a.c. La referencia a Tiberio no debe hacer creer que es una justificación del emperador hacia quien ha designado como su sucesor. En esta época, las relaciones entre ambos son bastante débiles y el año 6 a.c., vale decir, tres años después de la fecha señalada para la pacificación de la Panonia, Tiberio romperá con Augusto al sentirse desplazado por Cayo y Lucio César. Las relaciones no se recompondrán sino mucho tiempo después y debido, principalmente, a la muerte de los otros posibles sucesores.

64.- Las acciones al otro lado del Danubio fueron dirigidas por Cornelio Lentulo. Luca Canali hace notar aquí un hecho importante: “como se puede observar, la perspectiva temporal está subordinada a una óptica subjetiva y triunfal, más que cronológica” (pg. 89).

65.- Los Bastarnos fueron un pueblo germano del Danubio, los Escitas habitaban en las llanuras de Don (Tanais), los Albanos en la región del Caspio y los beros al sur del Cáucaso al noroeste de Armenia (O.C.D.)

66.- Tiridates II se refugió con Augusto en dos ocasiones, el año 30 a.c. y luego el 26 a.c.; Fraates V huyó a Roma el 4 a.c.; Artavasdes vino a Roma pedir ayuda entre el 31 y 30 a.c. Los Adiabenes eran población de Asiria. Luego de una referencia a los reyes de Britania, pasa a mencionar pueblos germánicos (Canali).

67.- Según Brunt y Moore en su Res Gestae Divi Augusti, Oxford, 1967, Augusto insiste aquí en el carácter de novedad de las relaciones que él establece con otros pueblos.

68.- La afirmación de Augusto parece correcta en los datos, pero exagera en el fondo del problema. Suetonio dice a este respecto: “…Muchos príncipes que desde antiguo se disputaban entre sí el mando, reconocieron al que él designo” (Suetonio, Augusto XXI). No se trataría entonces de una designación, sino que del apoyo que brindó a uno de los aspirantes en pugna. Vonones fue uno de los hijos de Fraates IV y fue designado rey por Augusto. Aribarzanes fue puesto como rey de la Armenia por Cayo César (1 a.c.).

69.- Es notable el esfuerzo que Augusto realiza en este capítulo, ya que sin distraerse en nada, apunta con mucha fuerza a rescatar lo que considera el fundamento último sobre la base del cual gobernó Roma a partir del año 27 a.c., año en que, según sus palabras, restauró la república (“transferí el control de todas las cosas del estado…”). El alcance real ha sido ya discutido en el prólogo.

70.- Interesante es rescatar que Augusto se presenta como un princeps, por lo tanto que su gobierno reposa más que nada en su inmenso prestigio. Los cuatro términos utilizados por el emperador: valor, clemencia, justicia y piedad, son aquellos valores que Cicerón en el libro II del De Republica exige al príncipe que necesita la sociedad romana.

71.- Coherente con lo anterior, Augusto señala que su Auctoritas, prestigio moral, fue lo que lo puso a la cabeza del gobierno, cuestión que resulta discutible, ya que combinó una serie de cargos que le permitieron dirigir el imperio romano

72.- El título de Padre de la Patria lo recibió el año 2 a.c., y fueron con éste el emperador completó su titulatura. El título tenía de importante que implicaba, en esta ocasión, confirmar el carácter original de la obra de Augusto, vale decir, este título debemos entenderlo no en su forma ciceroniana de salvación de la república, sino que como Rómulo esto es, como creador de un orden.

73.- Augusto morirá el año 14 d. C., vale decir un año más tarde de cuando pone fin a estas memorias.