La diosa Vesta, diosa de la pureza era venerada por las vírgenes vestales quienes debían mantener su llama eterna para así garantizar el bienestar de Roma.
Durante mil años las vírgenes vestales mantuvieron vivo el fuego sagrado de Roma. Luego de que el emperador Teodosio las obligara a extinguirlo en el año 391, Roma cayó a las pocas décadas.
Las vestalia era uno de los festivales con más pompa durante la República Romana y gran parte del imperio. El mismo se hacía en honor a Vesta y las Vestales