La política, economía y cultura romana bajo Marco Aurelio

Los cambios sociales, culturales y las políticas de Marco Aurelio, el último de los Emperadores Buenos y el último emperador en reinar durante la Pax Romana.

Índice de la vida y obra de Marco Aurelio.

Biografía de Marco Aurelio
La política, economía y cultura Romana bajo Marco Aurelio (usted está aquí)
Adicional: Curiosidades y frases de Marco Aurelio

El accionar de Marco Aurelio hacia el Senado fue muy similar al de su antecesor, Antonio Pio. Con asidua concurrencia a las sesiones senatoriales solía mantenerse al tanto del clima político romano con reportes de primera mano. No solo su concurrencia era como oyente, sino que también tomaba parte de estas sesiones opinando y sugiriendo salidas y soluciones a varios de los problemas que ciertamente azotaban a Roma como la mortífera plaga Antonina. Su participación activa en la elección de magistrados era notable y todo esto caracterizado por un respeto muy firme a las decisiones tomadas por los senadores.

Estatua en bronce de Marco Aurelio.
Estatua de bronce de Marco Aurelio. La misma es la única estatua de bronce de un emperador que llegó intacta a nuestros días.

Dentro de los cambios que hizo sin duda alguna fueron importantes los que encontramos en el área administrativa. Dio un gran empujón a la eficiencia haciendo crecer el aparato administrativo al aumentar el número de procuradores. La Asamblea se vio fortalecida durante su imperio ya que le otorgó a esta ciertos poderes que facilitaban su tarea. La figura de los consulares, que había sido retirada por Antonio Pio, fue instituida nuevamente bajo la denominación de Juridici -que no solo representaban al emperador sino que además estos podían hablar bajo su autoridad- siendo estos elegidos de entre los pretores (163-164). Los hombres que Marco Aurelio seleccionaba para las magistraturas, generalmente relacionadas a la administración, eran seleccionados en base al mérito y estaban entre los más capaces en su campo. 

Marco Aurelio no se caracterizó por ser un emperador constructor como Adriano, quien se ganó con justicia el sobrenombre del «Arquitecto del Mundo», o Trajano famoso por sus monumentos, y en especial su gran columna y la expansión de la Vía Apia. Marco Aurelio, fiel a su postura centrada y reflexiva, consideraba el saneamiento de las finanzas más importante que la gloria personal. Si bien le resultó imposible evitar la realización de espectáculos y juegos, eventos que consumían fuertes sumas monetarias, pero que a la vez eran necesarios para contentar a los ciudadanos, sí restringió considerablemente el ceremonial de la corte.

Sin embargo esta cordura y aversión al derroche innecesario no era causa única de su carácter reflexivo. Marco Aurelio afrontó un período plagado de guerras, y las guerras ciertamente cuestan mucho dinero. Constantemente se veía en la necesidad de rearmar las legiones para afrontar los peligros que sufría el Imperio. No solo en hombres y armamento debió la Roma del Emperador Filósofo desembolsar fuertes sumas de dinero, sino que además en la construcción de una serie de fortificaciones destinadas a defender la frontera con el Danubio, la denominada frontera septentrional. Entre éstos gastos los de mayor envergadura los encontramos en la creación de las legiones II Italica y III Italica; así como la construcción del magnánimo fuerte legionario de Regensburgo. Obtenemos un panorama general de la magnitud que representaban estos colosales gastos al ver que Marco Aurelio debió subastar una parte considerable de los bienes del palacio Imperial para poder costearlos.

Detalle de los relieves de la columna de Marco Aurelio.
Detalle de la Columna de Marco Aurelio.

Si bien fue tolerante con las religiones foráneas no confiaba en el cristianismo. Marco Aurelio tenía una visión personal hacia los cristianos imaginándolos como un cúmulo sectario y fanático que podía traer discordia en el imperio (algo que probó ser cierto durante la plaga Cipriana del siglo III en la cual los oradores cristianos en las calles causaron estragos en la paz social al culpar a las costumbres romanas por los efectos de la plaga). Si bien no los persiguió, de hecho no figura entre las listas de perseguidores del cristianismo creadas en el medioevo por el Vaticano, si prohibió las manifestaciones públicas y castigó a los que profesaran dicha fe publicamente. Si una persona era denunciada se requería que cumpliese con los ritos paganos tradicionales de Roma. Si ésta se negaba era multada o castigada.

En el área legal, Marco Aurelio dio pasos muy avanzados a su tiempo. Definió los límites de la patria potestas -beneficiando ampliamente a las mujeres-; se encargó de un sistema de ayuda a los niños huérfanos; prestó singular atención a la situación jurídica de los esclavos e invirtió fuertes sumas de dinero en mejorar la calidad urbanista de ciertos edificios fundamentales al bienestar de la población, como por ejemplo los que prestaban ayuda a las personas que habían contraído la peste que azotó a Roma (razón por la cual le dio gran cantidad de fondos a los ediles).

Entre las medidas legales más importantes y resonantes que tomó se encuentra la de convertir automáticamente como herederos a los hijos de una madre fallecida, y no a los padres de ésta como era costumbre (178).

Pintura, Marco Aurelio distribuyendo pan entre los pobres.
Marco Aurelio, distribuyendo pan en persona a los plebeyos.

Es de importancia también mencionar que bajo su reinado se estableció uno de los primeros contactos con China. Cuando una expedición enviada desde Roma alcanzara Luoyang en el 166. Durante mucho tiempo existió la confusión sobre la autoría de este singular suceso, creyéndose que en realidad se había logrado gracias a Antonio Pio, fallecido en el 161. Sin embargo este fue simplemente mencionado por error en las anotaciones de los escribas Chinos; quienes confundieron el nombre de Marco Aurelio Antonio, nombre que tomara luego de convertirse en emperador, escribiendo solo el tercer nombre o cognomen

Es imposible saber cuales eran las intenciones finales de Marco Aurelio con respecto a los territorios del norte. Pero los movimientos de tropas, el accionar de la organización -es decir, el aislamiento de las tribus y la conquista gradual de los territorios del norte- dan a entender que las intenciones finales de Marco Aurelio eran las de conquistar los territorios del norte y transformarlos en provincias Romanas.