Estructura de los nombres romanos: praenomen nomen cognomen

El sistema de tres nombres es uno de los aspectos más característicos de la cultura romana. La tria nomina, los nombres de los patricios.

Este artículo pertenece a una serie de artículos sobre los nombres romanos.

Los nombres romanos
Estructura de los nombres romanos (usted está aquí)
Cómo los romanos escribían y abreviaban sus nombres y la filiación
Agnomina y cognomen ex-virtue
Los nombres de las mujeres romanas

La estructura de los nombres romanos antiguos

Si bien en el presente cuando hablamos sobre los nombres de los romanos inmediatamente pensamos en un sistema de tres nombres, en los tiempos antiguos los romanos, incluso los romanos de la clase patricia, solamente utilizaban dos nombres: el praenomen y el nomen. Un tercer nombre, el cognomen, también era utilizado pero sólo en contadas ocasiones. El cognomen comienza a ser formalmente utilizado por un gran número de personas durante la República Romana, y por lo general en documentos oficiales y legales. Razón por la cual era normal en ocasiones ver a romanos de importancia anteriores a la República con nombres formados sólo por un praenomen y un nomen. Las personas que poseían tres nombres en esa época, es decir durante los inicios de la República y tiempos anteriores, generalmente era debido a una agnomina -un nombre honorario- y no de un cognomen propiamente dicho.

Tria nomina, el sistema de tres nombres

No obstante, como hemos mencionado en el párrafo anterior, a partir de la República Romana los romanos de origen patricio comenzaron a utilizar formalmente un sistema de tres nombres denominado tria nomina. Tomaremos a Julio César como ejemplo:

Descripción de los tres nombres romanos
La estructura de los nombres romanos

Praenomina

El praenomen (plural praenomina) equivalía a un nombre de pila en la actualidad. Entre los aceptados a nivel social había un total de 18 praenomina (la lista completa puede ser hallada aquí). Todos estos nombres tenían una abreviatura respetada por el común de la sociedad. Por ejemplo:  Aulus (A.), Gaius (C.), Gnaeus (Cn.), Decimus (D.), Quintus (Q.), etc.

Normalmente el praenomen no era utilizado para referirse a la persona, salvo en un contexto puramente familiar o de gran amistad. Dicha característica difiere mucho de la actualidad, donde el nombre de pila es utilizado con frecuencia en todo tipo de ámbitos, incluso ámbitos formales.

Otro factor a tener en cuenta es que algunos praenomina eran exclusivos de ciertas gens -grupos familiares, o clanes- y no se utilizaban por otras. Quizá el uso más importante del praenomen era aclarar cuál de los hijos de un padre era el primogénito, algo muy importante en la sociedad romana, ya que este generalmente el primogénito heredaba el praenomen de su padre. Ver filiación.

Nomina

Las nomina eran el nomen gentile, o nombre de familia, que como es obvio por su significado indicaba la gens o familia -es decir el clan- al que cierta persona pertenecía. Ejemplos de nomina son: Julius (Julii) -siendo Julius el singular y Julli el plural-, Valerius (Valerii), Decius (Decii), Furia (Furii), etc.

Cognomina

El cognomen, el cual era un segundo nombre familiar y tercer y último nombre de la tria nomina, indica la familia directa a la cual se pertenecía dentro de la gens. Por ejemplo Gaius Julius Caesar y Flavius Julius Valens pertenecían a la misma gens, la de los Julii -IVLII-, pero, y no obstante, uno pertenecía a la rama de los Caesar y el otro a la de los Valens.

Cognomia y su origen

La particularidad más singular, o llamativa, del cognomen es que en la gran mayoría de los casos era dado por una característica o particularidad de la persona que iniciaba esta rama de la familia, y era heredado en forma directa a sus descendientes. Por ejemplo el cognomen Caesar significaba «peludo» -algo irónico y gracioso si tenemos en cuenta que un gran complejo de Julio César era precisamente su calvicie. Al punto que se cree este utilizaba de manera regular durante los actos públicos una corona de laureles para ocultar su cabeza calva de los concurrentes-.

Cognomen ex-virtue

Si bien el cognomen era algo particular de los patricios, había ocasiones en las cuales un ciudadano romano de origen no patricio lograba concretar una gran hazaña o ganar mucho poder y riqueza. Para honrar a esta persona, que generalmente tenía sólo dos nombres, se le permitía ser premiada con su propio cognomen, denominando a esta acción como cognomen ex-virtue (cognomen a la virtud). Por ejemplo, Pompeyo, un ciudadano romano no patricio, cuyo nombre era Cneo Pompeyo, fue premiado con el cognomen ex-virtue de Magno por haber extendido a la República romana a su máxima extensión en Oriente. Razón por la cual Pompeyo pasó a llamarse Cneo Pompeyo Magno. Hablamos en detalle sobre este tema en el siguiente artículo.

Agnomen

El agnomen era un cuarto pseudo-nombre que podía ser otorgado tras una gran hazaña, y el mismo por lo general no se transfería a los descendientes de la persona. Un ejemplo de esto fue Publio Cornelio Escipión, quien tras sus triunfos en la guerra contra Cartago fue honrado con el agnomen de El Africano y pasó a llamarse Publio Cornelio Escipión el Africano (Publius Cornelius Scipio Africanus)

Hablamos del agnomen en el siguiente artículo.

La estructura de los nombres en las mujeres

Cómo hemos visto a lo largo de este artículo en los tiempos de la República Romana los hombres patricios tenían tres nombres: el praenomen, el nomen y el cognomen, la denominada tria nomina. Las mujeres romanas, no obstante, sólo recibían un nomen el cual era la versión femenina del nomen paterno. Por ejemplo, la hija de Gaius Julius Caesar (Gayo Julio César) se llamaría simplemente Julia, en caso de una segunda hija la mayor se llamaría Julia Maior (Julia la Mayor) y la menor Julia Minor (Julia la Menor). Si más hijas iban naciendo se utilizaba un ordinal y las mismas se irían llamando Julia Prima, Julia Secunda, Julia Tertia, etc.

Lo anterior cambió en gran medida con el paso del tiempo y para el final de la República y sobre todo en la época del Imperio Romano veremos un cambio significativo en los nombres de las mujeres romanas, quienes pasaron a heredar el cognomen paterno en su versión femenina, como ya lo venían haciendo los hijos varones. Es así que comenzamos a ver mujeres cuyos nombres cumplían con la tria nomina, como es el caso de Aelia Domitia Paulina, hermana del emperador Adriano, o Annia Aurelia Faustina, la esposa de Heliogábalo, entre muchas otras.

Artículo principal sobre Los nombres de las mujeres romanas.