El calzado de los romanos, de las caligae al calcei

Si bien se los asocia con las sandalias, los romanos contaban con todo tipo de calzados. Desde zapatos y hasta botas de distintos tipos de materiales.

Artículos sobre la vestimenta romana.

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La vestimenta de las mujeres romanas
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El calzado romano (usted está aquí)
     Las sandalias romanas
La ropa interior de los romanos
El estatus social y la vestimenta en Roma

Introducción

La sociedad romana contaba con una gran variedad de distintos tipos de calzado, desde botas y zapatos hasta sus características sandalias. Los adornos como perlas e hilos de oro también jugaban un rol importante en las clases altas, y existe evidencia arqueológica de zapatos para la mujer con decoraciones complejas e intrincadas. Muchos de los calzados utilizados por los romanos fueron en gran parte adaptaciones de calzados hallados en otras culturas. Por ejemplo, los zapatos calcei provienen de ciertas tribus etruscas y las sandalias sin duda alguna de los pueblos griegos. Gracias a la literatura, la pintura y los relatos de la época hoy podemos saber cómo eran los distintos tipos de calzado utilizados en Roma.

Características del calzado romano

El material utilizado de manera casi universal en la confección del calzado era el cuero. Era normal que todo tipo de zapatos, botas y sandalias estén hechas a partir de dicho material dada su resistencia y flexibilidad. Como en todas las prendas de vestir, había diseños dirigidos a lo utilitario y diseños dirigidos a la elegancia y la clase social. Si bien en su gran mayoría el calzado era simple y utilitario, era también común ver a mujeres de la clase patricia vestidas con sandalias las cuales estaban decoradas con finas perlas y ornamentos de oro durante toda la historia de Roma.

Podemos encontrar cuatro tipos principales de calzado de los cuales se desprenden varios subtipos: Los zapatos denominados calceus (plural calcei), las sandalias para civiles denominadas solea (plural soleae), las sandalias para el ejército denominadas caligas (plural caligae) y los varios tipos de botas. Además de estos tipos principales hallamos otros tipos menores de calzado como por ejemplo una especie de zuecos que eran comúnmente utilizados por los esclavos y el soccus (plural socci) un calzado de confección simple utilizado por los actores de comedia que se popularizó en el común de la sociedad a tal punto que el Edicto de precios de Diocleciano menciona varios subtipos del mismo.

Era común que la utilización de ciertos tipos de calzado estuviese establecida según el contexto social. Es decir, que cada calzado tenga su lugar considerado como apropiado al ser utilizado. Por ejemplo las sandalias eran el calzado propiamente de trabajo y del soldado (aunque su popularidad las hacía prácticamente universales). Trabajadores y soldados romanos las utilizaban cotidianamente para realizar sus tareas, y el común de la gente las utilizaba para realizar sus tareas cotidianas. En la nobleza este calzado era más que nada el calzado para uso en la privacidad del hogar y no era común ver a alguien de la clase patricia utilizando sandalias por las calles. Cuando los patricios, y ciudadanos de un nivel económico más elevado, salían a las calles estos solían vestir zapatos de cuero. Si estos iban de visita a un banquete o eran invitados por un anfitrión importante, solían llevar consigo a un esclavo que transportaba sus sandalias por ellos. Al llegar a su destino cambiaban su calzado de calle por las sandalias. Era normal que para comer, ya estando en lo del invitado, se utilizaran los zapatos. Una vez terminada la comida y sentados en los sillones o en los parques de la villa, los esclavos cambiaban entonces sus zapatos por sandalias. Las botas eran un calzado utilizado por los romanos casi exclusivamente en los climas fríos dada la protección que estas ofrecen.

Si bien en la vestimenta las diferencias entre hombre y mujer eran notables, esto no ocurría así con el calzado. En este terreno de la moda romana podíamos encontrar una similitud muy marcada, salvando los tamaños y formas del pie, entre hombres y mujeres.

El uso o no uso de calcetines

Aún hoy en día está en duda el hecho de si los romanos utilizaban o no calcetines de manera regular. Sí se sabe que se solían utilizar tiras de cuero o de lana en los tiempos invernales para cubrir las articulaciones y los dedos del pie. Por otro lado los pobres utilizaban piezas de cuero sin curtir para proteger sus pies en los arduos trabajos que realizaban.

Fotografía de un calcetín romano.
Calcetín hallado en las ruinas de los fuertes de Vindolanda. El tamaño de los mismos indica que fueron confeccionados para una persona muy joven.

Dicho lo anterior, hallazgos arqueológicos realizados en los restos de los fuertes romanos de Vindolanda y en el Reino Unido durante la construcción de la ruta A1, entre Dishforth y Leeming, en lo que durante la época romana era territorio habitado por colonos en la provincia de Britania, han arrojado nueva luz al asunto de los calcetines romanos. Dichos hallazgos han establecido que los legionarios romanos utilizaban calcetines en climas fríos. No obstante, se cree que estos en su mayor parte eran distintos a los calcetines actuales, y se asemejaban a los utilizados por los antiguos egipcios. Es decir, calcetines con separaciones entre los dedos del pie para poder ubicar en dichas separaciones las cintas de las sandalias cómodamente.

Confección del calzado

El calzado era confeccionado por el calceolarius -zapatero-. Dependiendo de la habilidad de este artesano en su trabajo, y así como la calidad de los materiales y terminación de la prenda se establecía el costo de los mismos, y, como es la regla universal, a mejor calidad mayor precio.

Fotogra´fia de una sandalia de mujer romana.
Sandalia de mujer hallada en Vindolanda. En la misma están estampadas las iniciales del zapatero: LAT.

Cada zapatero elegía sus materiales y tenía sus secretos de confección los cuales resguardaba como tesoros. Generalmente se utilizaba como molde una horma -que era una pieza de madera con la forma del pie- en la cual se iba construyendo el calzado por partes que luego se unían entre sí. Una vez lograda la forma básica, se introducía en una pieza de hierro donde con un cincel y un martillo se iban retocando las partes duras y dando forma o clavando las uniones. Era un oficio bien visto en la sociedad y podía otorgarle un buen pasar al artesano que lo ejerciera con habilidad. Era común que los zapateros marquen su trabajo estampando sus iniciales con un sello.

Si el calzado era más elaborado y poseía decoraciones, una vez confeccionada la estructura general del mismo, el zapatero entonces procedía a utilizar punzones y cuchillas finas bien afiladas para crear patrones decorativos en la superficie del zapato, los cuales además servían la función de airear el pie.

Las clases patricias contaban con elaborados calzados. Como por ejemplo este zapato de mujer actualmente en le museo de Saalburg.
Es importante notar que los romanos no utilizaban universalmente calzados de diseño simple. Las clases patricias contaban con elaborados calzados. Como por ejemplo este zapato de mujer actualmente en le museo de Saalburg.

Partes del calzado

Las partes del zapato eran las siguientes. 

  • Vincul eran el equivalente a nuestros cordones.
  • Corriagi eran cuerdas utilizadas para sostener el calzado al pie.
  • Lingul que era el equivalente a nuestras lengüetas.
  • Lunula bandas plateadas en el calzado de algunos magistrados de importancia y antigüedad que indicaban su prestigio.

Costumbres

Era normal que cuando los invitados llegaban a un banquete de un anfitrión adinerado, los mismos se dirijan calzados hasta su lugar en la mesa. Una vez sentados los esclavos les quitaban su calzado y lo guardaban hasta el final del banquete. Al terminar y retirarse un esclavo le devolvía su calzado.

Calcei

Entre las ramas principales tenemos los denominados calcei (singular calceus). Estos eran el zapato por excelencia de los romanos, cubrían todo el pie encerrándolo en una cobertura de cuero unida a una gruesa suela. Como se usaban principalmente en lugares al aire libre, como las calles, algunas suelas tenían clavos unidos a ella para mejorar la tracción y así facilitar el camino por terrenos resbaladizos (esto también influenció la manera en la cual los romanos diseñaban sus caminos, generalmente cubriéndolos con gravilla). El calcei era junto con la toga de los hombres y la stola de las mujeres parte de la vestimenta nacional de roma.

Sus orígenes se encuentran en el calzado etrusco. La diferencia es que en el calcei, si bien había versiones de punta curvada, su punta era en forma de U. Cubrían todo el pie y eran ajustables tanto por correas como por cordones. Los mismos presentaban orificios para que el pie respire en su parte trasera y los cordones o vincula (plural de vincul) eran atados en la parte superior del calzado. Luego, utilizando una corriagi se sujetaba el calzado al tobillo.

Vestis forensis: la ropa de calle eran las prendas que un ciudadano romano debía utilizar en un contexto urbano, es decir, en las calles. El calcei era el tipo de calzado que se consideraba como aceptable, y esta era una regla respetada principalmente por los ciudadanos patricios y de buen pasar. Los trabajadores, y en especial los romanos que se encontraban fuera del pomerio, el recinto histórico de la ciudad, tenían una actitud más laxa, y solían utilizar sandalias por cuestiones de comodidad. Dicho lo anterior, todos los ciudadanos romanos, incluso la clase trabajadora, poseían al menos un par de calcei y un par de sandalias. Esto puede confirmarse en los restos arqueológicos de las pertenencias de los tripulantes de un barco de transporte de granos con rumbo a Vindolanda que naufragó en el Rin en 210 d. C. (Carol van Driel-Murray, 1998c 493-8)

Tipos de calcei

  • Calcei senatorii: eran de color rojo muy oscuro, esto ayudaba a distinguir a los senadores de los demás nobles. Se ataban por el tobillo y eran acordonados. Si estos poseían una lunula indicaban que el que la usaba era un político importante ocupando una magistratura. Se utilizaba una cuerda para ajustar el calzado al pie corriagiae -pequeñas cuerdas que servían para ajustar mejor el zapato.
  • Calcei patricii: eran en forma idénticos a los calcei senatori. La diferencia es que estos eran de un color cuero natural.
  • Calcei muliebres: versión femenina del calcei. Su cuero era más suave y liviano
  • Calceolii: botas cortas utilizadas por las mujeres. Su uso generalmente se daba cuando la mujer se dirigía a algún territorio silvestre o lodoso.
  • Calcei repandi: de las primeras versiones de calcei tomadas de los etruscos. Su punta era elongada y curva.

Calzado del ejército romano

Caligae

Las caligae eran las sandalias del ejército romano. De hecho, el emperador Caligula, obtuvo dicho apodo, ya que de niño se vestía como soldado, significando caligula «pequeñas caligae». Si bien eran el identificador por excelencia de las legiones romanas, existían varios tipos distintos de caligae no exclusivos a los soldados, e incluso una versión femenina.

Estas eran las sandalias de las legiones romanas. Hechas a partir de tiras de cuero, las mismas cubrían gran parte del pie dejando amplios espacios para que el mismo respire. Debido al trabajo constante de los soldados romanos y las grandes distancias que debían caminar, esto último era muy necesario. Cubrían todo el pie y se extendía hasta el tobillo. Las suelas para otorgar mejor tracción ofrecían diseños de patrones con clavos que se ajustaban al terreno en que se usaran. Los diseños de las caligae variaban, algunas dejaban los dedos libres a través de una abertura y otras cubrían los dedos con una punta doblada sobre si misma. Las abiertas eran generalmente utilizadas para marchar. Para mayor información consultar el artículo sobre la marcha de las tropas romanas.

Puedes encontrar más información sobre las caligae en el siguiente artículo sobre las sandalias romanas: Las sandalias romanas, de las caligae a las soleae.

Caligae Speculatores

Estas sandalias eran especiales de los Speculatori Augusti. La sección elite de la, ya de por sí elite Guardia Pretoriana que tenía bajo su directa responsabilidad la seguridad del Emperador.

Campagus

Las caligae no eran el único tipo de calzado utilizado por las legiones romanas. Los oficiales superiores, es decir aquellos que estaban por encima de los centuriones, solían utilizar un tipo de calzado denominado campagus (plural campagi), el cual consistía en una suela atada sobre empeine mediante correas. Según el Edicto de Precios de Ciocleciano, los campagi militares costaban 75 denarios.

La versión imperial, que utilizaba el emperador cuando se encontraba en frente de batalla, estaba adornada con finos hilos de oro y ornamenta, como podemos observar en la estatua ecuestre de Marco Aurelio.

Soleae

Las sandalias utilizadas por los civiles eran denominadas solea (plural soleae) eran el calzado por excelencia del pueblo romano, y existían infinidad de tipos y variaciones de las mismas. Consistían en una suela a la que se unían tiras de cuero que al juntarse en el centro abrazaban al pie formando un confortable calzado. Su uso, en la clase alta, se limitaba al interior de la casa y estaba mal visto que alguien salga a la calle con estas.

Las soleae eran variadas en su diseño, con una amplia variedad de estilos y adornos.

  • Baxae: sandalia hecha con fibras vegetales.
  • Crepida: sandalia acordonada que cubría gran parte del pie. Utilizada en gran medida por la clase trabajadora.
  • Coturnos (cothurnus): popularizadas por los actores de tragedias y dramas, las mismas eran un híbrido entre un par de botas y sandalias. Con su parte trasera cubierta y la parte delantera compuesta por tiras. Eran altas, terminando por arriba del tobillo.
  • Gallica: una sandalia de suela gruesa adoptada de los galos a partir del siglo II a. C. El mismo era un calzado rústico utilizado por los campesinos y viajeros.
Tipos de soleae. Cuatro tipos distintos.
Tipos de soleae.

Puedes encontrar más información sobre las solae y sus variantes en el siguiente artículo: Las sandalias romanas, de las caligae a las soleae.

Otros tipos de calzado

Sclponeae

Utilizados por pobres y esclavos. Era de madera similar a un zueco.

Carbatinae

La carbartina era un zapato de pieza simple. Estaba construido con un único pedazo de cuero grueso (cuero basto) y los detalles eran agregados arriba de este utilizando sellos. Eran acordonados y su confección se realizaba sobre un molde, el cual, tras terminar el zapato, se utilizaba para revertir el cuero. Eran considerados de poco gusto por los patricios, como podemos observar en el poema XCVIII de Cátulo.

Soccus

Un tipo de calzado muy simple, los mismos poseían una suela dura y dos paredes laterales de cuero que se ajustaban a medida al pie de la persona. A diferencia del calceus no tenían cordones. Gracias al Edicto sobre Precios Máximos de Diocleciano sabemos que este calzado era tan popular que existían varios subtipos.


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